Día de muertos en Mascota, Jalisco
Daniel
Beltrán Hernández
3°A
T/V
Mascota
es un municipio de Jalisco, México y pueblo mágico. El nombre
''Mascota'' proviene del Teco Amaxacotlán Mazaxotla, que en español significa ''lugar de venados y serpientes''. Fue un cacicazgo, el cual tenía bajo su jurisdicción a los poblados
de Talpa, El Tuito y Chacala. Durante la conquista recibió el nombre
de Valle de los venados o Valle de Banderas.
Como
cualquier región de México, es un lugar donde se celebra el Día de
muertos el 2 de noviembre con una festividad un tanto alegre y
colorida, llena de ofrendas para conmemorar a los difuntos. El 2 de
noviembre, Día de Muertos, se elaboran altares para recordar a los
que ya se adelantaron en el camino, realizando el ritual como lo
establece la costumbre mexicana; de igual manera se realizan desfiles
por las calles principales del pueblo, representando los
participantes con disfraces a la muerte en sus múltiples facetas.
Ejemplos
Invitan:
Secretaría
de Cultura de Jalisco
Es
el tiempo en que las almas de los parientes fallecidos regresan a
casa para convivir con los familiares vivos y para nutrirse de la
esencia del alimento que se les ofrece en los altares domésticos. Es
el Día de Muertos. La celebración del Día de Muertos, como se le
conoce popularmente, se practica a todo lo largo de la República
Mexicana y Jalisco no es la excepción. La Secretaría de Cultura del
estado te presenta una guía para disfrutar de sus actividades
culturales: artes escénicas, artes plásticas, exposición de
altares y música.
Un poco de historia
El ritual de Día de Muertos conlleva una enorme trascendencia popular, su celebración comprende muy diversos aspectos, desde los filosóficos hasta los materiales.
La celebración de Todos los Santos y Fieles Difuntos, se ha mezclado con la conmemoración del día de muertos que los indígenas festejan desde los tiempos prehispánicos. Los antiguos mexicanos, o mexicas, mixtecas, texcocanos, zapotecas, tlaxcaltecas, totonacas y otros pueblos originarios de nuestro país, trasladaron la veneración de sus muertos al calendario cristiano.
Antes de la llegada de los españoles, dicha celebración se realizaba en el mes de agosto y coincidía con el final del ciclo agrícola del maíz, calabaza, garbanzo y frijol. Los productos cosechados de la tierra eran parte de la ofrenda.
Los Fieles Difuntos, en la tradición occidental es, y ha sido un acto de luto y oración para que descansen en paz los muertos. Y al ser tocada esta fecha por la tradición indígena se ha convertido en fiesta, en carnaval de olores, gustos y amores en el que los vivos y los muertos conviven, se tocan en la remembranza.
El Día de Muertos, como culto popular, es un acto que lo mismo nos lleva al recogimiento que a la oración o a la fiesta; sobre todo esta última en la que la muerte y los muertos deambulan y hacen sentir su presencia cálida entre los vivos.
Con nuestros muertos también llega su majestad la Muerte; baja a la tierra y convive con los mexicanos y con las muchas culturas indígenas que hay en nuestra República. Su majestad la Muerte, es tan simple, tan llana y tan etérea que sus huesos y su sonrisa están en nuestro regazo, altar y galería.
En estas fechas se celebra el ritual que reúne a los vivos con sus parientes, los que murieron. Es el tiempo trascendental en que las almas de los muertos tienen permiso para regresar al mundo de los vivos.
Hay que considerar que la celebración de Día de Muertos, sobre todo, es una celebración a la memoria. Los rituales reafirman el tiempo sagrado, el tiempo religioso y este tiempo es un tiempo primordial, es un tiempo de memoria colectiva. El ritual de las ánimas es un acto que privilegia el recuerdo sobre el olvido.
La ofrenda que se presenta los días primero y dos de noviembre constituye un homenaje a un visitante distinguido, pues el pueblo cree sinceramente que el difunto a quien se dedica habrá de venir de ultratumba a disfrutarla. Se compone, entre otras cosas, del típico pan de muerto, calabaza en tacha y platillos de la culinaria mexicana que en vida fueron de la preferencia del difunto. Para hacerla más grata se emplean también ornatos como las flores, papel picado, velas amarillas, calaveras de azúcar, los sahumadores en los que se quema el copal .
Entre
los antiguos pueblos nahuas, después de la muerte, el alma viajaba a
otros lugares para seguir viviendo. Por ello es que los
enterramientos se hacían a veces con las herramientas y vasijas que
los difuntos utilizaban en vida, y, según su posición social y
política, se les enterraba con sus acompañantes, que podían ser
una o varias personas o un perro. El más allá para estas culturas,
era trascender la vida para estar en el espacio divinizado, el que
habitaban los dioses.
Dirigido
a:
público
en general
Conclusión
Como
pudimos ver, el Día de muertos es una festividad importante en todos
los rincones de México gracias a su gran significado entre las
familias.
En
Mascota, a pesar de que no se celebra de una manera particularmente
llamativa o diferente a otras regiones, es bien sabido que se guarda
el mismo respeto a la celebración al igual que en todos los otros
municipios. Cada ofrenda o elemento del altar tiene un importante
significado para el difunto a quien se le dedica, por lo que la gente
siempre pone mucha dedicación.
Comentarios
Publicar un comentario